La industria, especialmente relacionada con el comercio electrónico, no deja de insistir en que los hábitos de consumo cambiaron y que los compradores experimentaron, aprendieron y seguirán utilizando en la web servicios locales e internacionales más allá de los segmentos que disfrutan de banda ancha, mayor nivel de ingresos y hábitos desarrollados de consumo electrónico.
“Los saltos del comercio electrónico más grande están en ingresos medios y bajos”, afirmó Mario Colla, cofundador y director de Tiendamia, una plataforma lanzada oficialmente en Costa Rica en junio anterior.
Colla conversó con EF a través de videoconferencia desde Montevideo, Uruguay. La firma tiene su centro de operación logística en Miami pues ofrece la posibilidad de comprar cualquier producto, sin restricciones, que se ofrecen en las tiendas en línea como Amazon, eBay, Macy’s y Walmart, entre otros.
El ejecutivo explicó que se ofrece el 100% de los catálogos de esas marcas, que cubren más de 1.000 millones de productos, con posibilidad de pagar mediante PayPal, tarjetas, en colones, dólares y, pronto, en cuotas, consolidando todas las compras en un solo envío (lo que ahorraría costos) y se entrega en la puerta de la casa por medio de La Terminal.
La firma, que ya tiene presencia en otros cinco mercados de América Latina, estableció un equipo de Tiendamia en Costa Rica y, según el ejecutivo, en el poco tiempo de operación suman más de 1.000 envíos y un buen porcentaje de clientes realizando recompras. “Se probó el sistema y obviamente les ha gustado”, resaltó Colla.
–¿Cómo se inició Tiendamia?
–En 2011 yo veía que la gente utilizaba dos métodos para comprar en el exterior: uno era pedirle a los amigos que viajaban o viajar, y no siempre le traían lo solicitado, y viajar para comprar directamente, con lo que terminaba más yendo de compras que conociendo los sitios. A mí, porque viajaba mucho, constantemente me pedían. Pero yo viajaba por trabajo, especialmente a Miami, porque tenía clientes allá.
“Y dije: bueno, algún día tenemos que darle una solución, que realmente sea fácil comprar en Estados Unidos y tener acceso a todo. Tenía 20 años de trabajar en ecommerce y en ese momento le estaba haciendo ecommerce a empresas de Estados Unidos. Después, nuestra compañía se vendió y eso me dejó el tiempo para empezar, en el año 2014, a desarrollar esta solución integrada de compra y envío”.
–¿Cuál fue la respuesta del mercado?
–En todos los países que hemos entrado vamos tomando mercado, alcanzando hasta el 50% de la mercancía que entra a cada país, como en Uruguay, donde facturamos más de $30 millones al año. En Perú tenemos más o menos el 20% del mercado y una facturación de unos $25 millones al año. En Argentina tenemos un 25% y una facturación de $30 millones. El año pasado lanzamos Brasil y Ecuador, que están creciendo a un muy buen porcentaje: ya están con 5% o 10% del mercado.
“Obviamente en Costa Rica es muy nuevo, tiene dos meses de iniciado. Pero ya hemos entregado más de 1.000 órdenes a diferentes clientes. Creemos que hay un gran potencial. Sabemos que los costarricenses son compradores en el exterior y conocen los diferentes métodos. Lo que les estaba faltando era una solución más moderna, que integrase el 100% del catálogo, que no fuera limitado y que, a su vez, fuese fácil de navegar”.
–Los datos de Statista, que son los que uno puede revisar, hablan del 2020 como un año con un gran pico de ventas de comercio electrónico y que después bajó un poco, evidentemente con la reactivación de algunos comercios. Ustedes, me imagino, vieron este impacto de este fenómeno en los diferentes mercados.
–Sí. Para tener una idea, en 2019 la compañía completa vendía alrededor de $35 millones o $40 millones al año y en el 2020 pasó a vender cerca de $90 millones. Actualmente, seguimos creciendo sobre el año pasado. La compra internacional es una tendencia que tiene un crecimiento porque se encuentran productos, más allá de que el comercio local esté abierto o no, que en los catálogos locales no existen. Vamos a agregar catálogos de Europa y, a futuro, de China.
–¿Cambió realmente el consumidor latinoamericano?
–Con la pandemia, sí. Porque se acostumbró a utilizar el servicio en línea, le perdió el miedo a utilizar los medios de pago digital. Eso no implica que no tenga que tener cuidado y comprar en sitios confiables.
“La gente aprendió más. Entendió lo que es un sitio seguro, lo que es una marca que ya tiene un respaldo. Se da cuenta cuando es un sitio bien hecho y sobre todo —con plataformas como Netflix o Spotify, que crecieron muchísimo también— se acostumbraron a utilizar el servicio internacional.
“El comercio electrónico vino para quedarse. Ojalá terminemos pronto con los problemas de covid-19, pero la realidad es que hay cambios de hábitos, donde la gente se dio cuenta que no tiene que viajar al centro comercial o fuera del país para comprar algo que puede conseguir en línea, a mejor precio y que se los llevan a la puerta de la casa”.
–¿Dónde está creciendo más la compra en línea si tomamos el mercado con los tres grandes grupos de ingresos (altos, medios y bajos)?
–En ingresos medios hay un crecimiento muy alto, porque tiene un poquito más de capacidad de gasto y lo ha podido volcar mucho más a la compra en línea. Pero en todas las líneas hay crecimientos: en ingresos altos, el crecimiento es de 30% o 40%, en ingresos medios es del 100% y en ingresos bajos también el crecimiento es de 60% o 70%.
“Los saltos más grandes están en ingresos medios y bajos, porque en ingresos altos ya se tenían gastos en línea, ya eran compradores y tenían más costumbre a utilizar medios de pago electrónicos. En ingresos medios y bajos había menos costumbre. Hoy esto se masificó. Llega a todos los estratos”.
– ...lo cual obliga a innovar hacia el futuro. ¿Por dónde va la innovación?
–En los próximos años estamos viendo medios de pago digitales: con el celular, códigos de barra o QR, con huella digital, y se elegirá con cuál banco, cuenta o tarjeta se quiere pagar.
“En entregas ahora estamos con tiempos de siete a 10 días. Todavía hoy se debe programar con anticipación una compra y a final del año recomendamos ver los catálogos a principios de noviembre. En noviembre y la primera semana de diciembre vendemos normalmente el equivalente a tres meses. Se triplica la operación. Pasamos a trabajar a triple turno y con 50% más de gente.
“Queremos bajar a hacer las entregas entre tres y cinco días. En el futuro, a 48 horas. Cualquier producto comprado en Estados Unidos estaría en la puerta en dos días. En algunos países hemos alcanzado a bajar tiempos a tres días desde la compra”.