La batalla por imponer su propio modelo de inteligencia artificial ha empezado entre los gigantes de la búsqueda por Internet, entre Microsoft, que apuesta por el programa ChatGPT, Google que acaba de lanzar Bard y el motor de búsqueda chino Baidu, que anuncia su propio servicio de chatbot.
Una inteligencia artificial (IA) aplicada a la búsqueda en el inacabable universo de Internet puede revolucionar la red, y el mundo laboral.
El objetivo es plantear una pregunta al motor de búsqueda y obtener una respuesta mediante lenguaje natural, y no una lista exhaustiva de documentos.
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Miles de millones de dólares de inversión
La IA puede además proponer cartografía, una reunión de trabajo, contactos relacionados con el tema o un análisis de imágenes.
En noviembre, la startup californiana OpenAI, con la ayuda de Microsoft, lanzó su robot conversacional ChatGPT, capaz de responder a cualquier pregunta con más o menos precisión. Es un servicio por el momento gratuito, y el éxito ha sido fenomenal: 100 millones de usuarios en dos meses.
A finales de enero Microsoft anunció que está dispuesta a invertir “miles de millones de dólares” en OpenAI. Según la prensa estadounidense, el grupo ya invirtió $3.000 millones y tiene planes para inyectar otros $10.000 millones.
Las consecuencias prácticas ya están apareciendo: Microsoft lanzó este lunes una versión más cara de su programa de comunicación Teams, equipado con funcionalidades de ChatGPT, por ejemplo para generar resúmenes de reuniones.
Y la marca multinacional aseguró hace dos semanas que planea “añadir un toque” de ChatGPT a todos sus otros productos, entre ellos su motor de búsqueda Bing, que por el momento no consigue competir con Google.
En poco menos de un mes, Google ya anunció su réplica.
Su proyecto Bard "busca combinar la amplitud del conocimiento global con el poder, inteligencia y creatividad de nuestros grandes modelos de lenguaje", explicó el lunes el director general de la compañía, Sundar Pichai.
"Se nutre de la información de la web para ofrecer respuestas frescas y de alta calidad", añadió.
Google controla cerca del 90% de la búsqueda en Internet, lo que significa una ingente cantidad de ingresos publicitarios.
Y ahora le toca al turno a Baidu.
Varias firmas chinas han comenzado a desarrollar aplicaciones rivales, pero Baidu es la más grande en entrar a la contienda por recrear el éxito de ChatGPT, aunque la firma no anunció la fecha de lanzamiento del servicio, que se llamará "Ernie Bot".
Un portavoz de Baidu dijo a AFP que se “podrían completar las pruebas internas en marzo, antes de que el chatbot esté disponible al público”.
Tergiversaciones o control
"Un motor de búsqueda que integre la AI dará una respuesta estructurada a una pregunta", explica a la AFP Thierry Poibeau, director de investigaciones del CNRS.
"Con el riesgo de que el internauta se considere satisfecho, a pesar de posibles tergiversaciones o control de la respuesta única", advierte Claude de Loupy, dirigente de Syllabs, una empresa francesa especializada en la generación automática de texto.
Algunos proyectos iniciales han sufrido reveses. Es el caso de Meta (Facebook). Justo antes de la aparición de ChatGPT, el 15 de noviembre, el grupo anunció Galactica, un modelo de lenguaje que resume artículos científicos, y que incluso ayuda a redactarlos.
Pero Galactica también generaba respuestas absurdas, o racistas. Meta tuvo que retirar ese modelo beta tres días después de sacarlo al mercado.