Moovin nació como un emprendimiento de mensajería personal para apoyar las entregas de compras en línea.
El foco de este negocio no está en comidas ni en mandados, sino en la experiencia de la última milla, es decir, el proceso final de entrega de un pedido por parte del socio comercial en las áreas de retail, farmacia, telecomunicaciones, tecnología y productos bancarios.
“No somos como Glovo, ni Uber Eats, nuestra competencia directa es Correos de Costa Rica”, afirmó Javier Núñez, fundador de Moovin.
El diferenciador de esta empresa es que las entregas se hacen el mismo día que el cliente efectúa la compra; además, ofrecen la opción de pago contra producto, en efectivo o bien en tarjeta.
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Cambio de enfoque
El emprendimiento nació en 2016 cuando inició el desarrollo de la plataforma y oficialmente salió al mercado a finales de 2017.
En palabras de Núñez, en etapa muy tempranas, Moovin estaba dirigido a atender cualquier tarea que necesitaran las personas.
Sin embargo, cuando el negocio comenzó a andar, “nos dimos cuenta que era un nicho muy pequeño y que realmente donde estaba la demanda era en atender las entregas de e-commerce de empresas de todo tamaño con la necesidad de logística”, relató Núñez.
El fundador ya conoce el modelo de negocios de Correos de Costa Rica, así que puso sobre la mesa una serie de diferenciadores para que su empresa fuera atractiva ante inversionistas, socios y clientes finales.
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El primero de ellos es ofrecer una aplicación que muestra en tiempo real donde se encuentra el repartidor, similar a plataformas como Uber.
“Nuestros servicios no son recados, sino logística. Movemos paquetes de otras empresas, pero nos apoyamos en la tecnología”, afirmó.
La compañía ya tiene convenios con marcas como Kölbi para la renovación de planes y entregas de teléfonos; también con bancos como BAC Credomatic y Promerica; en retail con firmas como Simán y Ekono; en farmacias con La Bomba, Farma Value, la Clínica Bíblica y el Hospital Metropolitano.
Otro foco de negocio son las pymes que venden a través de redes sociales. Este segmento representa de momento el 40% de la facturación de Moovin.
Con las pymes, Núñez explica que han logrado atender dos puntos de dolor: la facilidad de pago, ya que el mensajero puedo aceptar efectivo o tarjetas, y el servicio de logística.
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El cliente final no paga el servicio de delivery, sino que de forma quincenal o mensual, los comercios le pagan a Moovin por las entregas que fueron efectuadas en ese periodo.
La experiencia de compra termina con la entrega y Moovin se encarga que ese último contacto entre el cliente y el comercio sea el mejor.
Este emprendimiento está conformado por 50 moovers o repartidores, y 20 personas enfocadas en soporte, operaciones, comunicaciones y gerencia.
Moovin está disponible en la Gran Área Metropolitana (GAM) y como meta para este año está ampliar su cobertura nacional y salir a conquistar otros mercados internacionales.
Con el fin de darle escalabilidad al negocio, el emprendimiento desea llegar a finales de este 2020 a Guatemala, Panamá y República Dominicana.
Estudios efectuados por esta compañía muestran que Costa Rica es un mercado de unos $40 millones de facturación anual, mientras que Centroamérica es de más de $300 millones.
La compañía está en fase de levantamiento de rondas de capital, por lo que consideran que tener presencia internacional, los haría aún más atractivos para los inversionistas.
Con apoyo de Founders Institute, Moovin pasó por un proceso de validación de producto y contó con la exposición ante mentores e inversionistas el año pasado.
“Yo tengo 56 años y tengo experiencia como empresario, pero para este proyecto quise manejarlo como una startup del siglo XXI”, señaló Núñez.
“No somos economía colaborativa”
La forma de operar de esta empresa con sus repartidores es a través de contratos de empleo formales y servicios profesionales. Es un esquema que le permite a la empresa compartir la responsabilidad de entregar bienes como pantallas, joyería, celulares o accesorios de marca con los moovers.
En el modelo de la economía colaborativa, que utilizan firmas de delivery como Glovo, Rappi, Uber Eats y Hugo, no existe una relación laboral entre las firmas y los asociados (mensajeros).
“Nosotros creemos que la economía colaborativa no es demasiado digna como modelo de trabajo. Hay gente a la que sí le funciona, por ejemplo si alguien desea conectarse solamente tres horas al día, pero hay personas que requieren de un trabajo formal”, acotó Núñez.
Competir contra un grande ya conocido
La competencia clara de Moovin es Correos de Costa Rica, una firma estatal que supo darle un giro a su negocio con la llegada de Internet y por ende la extinción de las tradicionales cartas en papel.
Correos aprovechó toda la información geográfica que tenía de Costa Rica para enfocarlos al e-commerce.
Esta compañía generó en el 2019 un total de ingresos de ¢26.800 millones, ¢37.600 millones en activos y ¢33.100 millones en patrimonio acumulado.
Los segmentos de negocio de Correos está en las entregas de compras efectuadas por Internet tanto en el extranjero como a nivel nacional, y con un especial énfasis en las pymes.
Las 4.300 pymes inscritas en Pymexpress (servicio de Correos) realizaron 460.000 envíos a lo largo de todo el país durante el 2019, lo que significó un crecimiento del 125% en el volumen de paquetería con respecto al 2018.
Pymexpress, es una plataforma de apoyo a las pequeñas y medianas empresas que facilita la distribución de productos a cualquier parte de Costa Rica.
Correos le ha apostado también a la tecnología y entre sus productos se encuentran los apartados postales inteligentes. A diciembre del 2019, se encontraban habilitados 94 kioscos de autoservicio, en los cuales se realizaron 74.000 entregas a lo largo del año.
La empresa ha fortalecido alianzas con entidades estatales, entre ellas está FarmaCorreos, un servicio que en conjunto con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), permite a enfermos crónicos recibir a domicilio sus medicinas. Actualmente, hay ocho centros de salud de la Caja incorporados en el proyecto.
Además, en conjunto con el Registro Nacional, la firma ofrece la emisión de certificaciones digitales, las cuales significaron en 2019, la entrega de 330.000 documentos.
En total las 110 sucursales de Correos reportaron 6,3 millones de trámites realizados al cierre del 2019.
Correos se ha convertido en un referente de entregas en el país, pero Javier Núñez, confía que su negocio es un digno competidor y espera sacar ventaja con un servicio exprés y con la buena experiencia de cara al cliente.