Pavel Durov, fundador de la plataforma de mensajería Telegram, compareció el lunes anterior ante un tribunal en París en relación con las acusaciones en su contra. Se le acusa de falta de moderadores de contenidos. Él lo niega. Pero el caso no es nada usual.
Telegram es una de las principales plataformas después de Facebook, YouTube, WhatsApp, Instagram y TikTok. El arresto de Durov genera un intenso debate sobre la responsabilidad penal de las plataformas digitales y los límites entre libertad de expresión y regulación. ¿El contexto del surgimiento de Telegram explica su enfoque?
Pavel Valeryevich Durov nació el 10 de octubre de 1984 en la actual San Petersburgo. Asistió a la St. Petersburg Academic Gymnasium, que se destaca en ciencias y matemáticas.
Durov estudió filología en la universidad estatal de esa ciudad y desarrolló habilidades en programación y diseño web. Creó sitios en Internet para que los estudiantes intercambiaran apuntes y conversaran de asuntos académicos. Luego dio otro paso.
En 2006, cuando tenía 22 años, cofundó la red social VKontakte (VK), con su hermano Nikolai y su colega Ilia Perekopski, que se volvió una alternativa a Facebook en Rusia. Pronto mostró su excentricidad: en 2012 lanzó billetes a los peatones desde la sede de VK en San Petersburgo y desencadenó una pelea.
Más tarde vendió VK por $300 millones a un grupo empresarial cercano al Kremlin, llamado Mail.ru. “Es imposible administrar un negocio de Internet en este país”, dijo entonces.
Para ese momento, desde 2013, había lanzado Telegram, también junto a Nikolai. La aplicación creció con rapidez. A los dos años manejaba 12.000 millones de mensajes al día. En 2024 se contabilizaban casi 1.000 millones de usuarios, indicó BBC. Desde el inicio rechazó todas las propuestas de compra que le hicieron.
Debido a su fortuna, edad y éxito empresarial, Pavel es conocido como “el Mark Zuckerberg de Rusia”. Forbes estima que su patrimonio alcanza $15.500 millones y es el 120 de la lista de multimillonarios del mundo.
Pavel Durov ganó rápido una reputación de ascetismo y disciplina, de un estilo de vida minimalista. No concume alcohol, cafeína ni alimentos procesados. Lleva un riguroso régimen personal centrado en la claridad mental y la salud física y lo comparte sus cuentas personales como Instagram. En Silicon Valley se presentó alguna vez como un nómada digital, recordó Wired.
Tiene cinco hijos con dos exnovias y dijo haber donado esperma para el nacimiento de unos 100 niños.
Promesa, problemas y aliados
La promesa de Telegram es oponerse a la censura y garantizar la privacidad, la seguridad y la confidencialidad del usuario basándose en comunicaciones cifradas. Eso atrajo al mundo político, movimientos sociales, disidentes, opositores y hasta al Estado Islámico (ISIS).
Las autoridades de diferentes países exigieron moderación de los contenidos a Telegram. En Rusia, las presiones se hicieron insoportables hace una década.
En 2014, Durov abandonó Rusia cuando se negó a entregar datos de usuarios al Servicio Federal de Seguridad (FSB) y las autoridades le exigieron que cerrara las comunidades opositoras al Kremlin en su plataforma. Al salir al exilio, obtuvo las ciudadanías de Francia y de Emiratos Árabes Unidos. Residía en Dubái.
El gobierno de Putin lo presionó más. Entre 2018 y 2021, Telegram estuvo prohibida en Rusia. Y Durov cedió después. La plataforma volvió a operar tras un acuerdo de entregar información de opositores a Putin. El Kremlin le asignó protección personal. No solo eso. Entre 2015 y fines de 2017 entró y salió de su país 41 veces sin inconvenientes.
Entre los inversionistas de Telegram antes de 2017 se incluían a un aliado del Kremlin, Roman Abramovich (y antiguo propietario del equipo inglés Chelsea); el ex ministro del gobierno ruso, Mikhail Abyzov; el oligarca Said Gutseriev, con sede en Londres; Jan Marsalek, un ejecutivo tecnológico fugitivo de Austria acusado posteriormente de ser un espía ruso; y una empresa vinculada a la minería en la región de Dombás, ocupada por Rusia, en Ucrania.
Más recientemente Telegram recaudó $1.700 millones en ventas de bonos con la ayuda de VTB, un banco ruso de propiedad mayoritariamente estatal y con estrechos vínculos con el Kremlin, y de la firma de inversión rusa Aton, fundada por un ex asistente del gobierno.
En EE. UU., en octubre de 2019, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) denunció a Telegram por violación de requisitos de registo en una preventa de tokens, que la firma realizó para obtener fondos, y exigió que Durov devolviera $1.200 millones a los inversores.
Arresto y delitos imputados
Mientras la firma cedía al Kremilin, se negó a entregar datos a otros gobiernos para identificar a un sospechoso de abuso infantil que utilizaba Telegram, según Wired. Pero no fue lo único.
El arresto de Durov ocurrió el 24 de agosto de 2024 en el aeropuerto Le Bourget de París, tras aterrizar en su avión privado. Las autoridades francesas le imputan 12 delitos con base en Ley de Servicios Digitales, aprobada apenas un año antes y que responsabiliza a las plataformas que operan en la Unión Europea de la actividad delictiva, el discurso de odio y la desinformación de los usuarios.
Entre las acusaciones en su contra están:
—Complicidad en la administración de una plataforma en línea para permitir transacciones ilícitas por parte de bandas organizadas.
—Complicidad en la distribución criminal organizada de imágenes sexuales de niños.
—Negativa a comunicarse con las autoridades sobre actividades delictivas que ocurren en su plataforma.
—Complicidad en estafas y tráfico, así como otros delitos relacionados con el crimen organizado, fraude y promoción del terrorismo.
—Blanqueo de delitos o delitos cometidos por una banda organizada.
El abogado de Durov, Dmitry Agranovsky, y la misma Telegram calificaron las acusaciones de “ridículas”. Argumentaron que responsabilizar a Durov por los delitos cometidos a través de Telegram es comparable a culpar a un fabricante de automóviles por un accidente.
Telegram sostiene que cumple las leyes de la Unión Europea, donde tendría más de 45 millones de usuarios. Además, que ejerce la eliminación activa de contenido (entre 15 y 20 millones de cuentas y de 1 a 2 millones de canales y grupos cada mes; así como que eliminó 80 canales de ISIS).
Durov argumenta que las responsabilidades son de los usuarios y que colabora con autoridades (Telegram entregó información sobre más de 10.000 usuarios en los primeros seis meses de 2024). Según el diario francés Liberation, Bélgica y Corea del Norte reconocen la colaboración de Telegram.
De hecho, Europol enviaba rutinariamente a la empresa grandes conjuntos de datos de contenido que quería eliminar y Telegram estaba cumpliendo.
Durov, que dijo alguna vez que WhatsApp “era una porquería”, también declaró que no tiene nada que ocultar y prometió medidas más efectivas para combatir el uso ilegal de su servicio.
Una de las críticas es que Telegram permite grupos de hasta 200.000 miembros, creados en torno a intereses comunes (políticos, culturales o de información sobre temas concretos) donde se difunden informaciones falsas y conspiraciones. También que proliferan los grupos de piratería audiovisual, publicó El País.
En defensa de Durov salieron el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, la Duma (el parlamento) y los diputados y funcionarios rusos, así como el Fondo Ruso de Inversión Directa, que es copropietario oficial de Telegram.
Recibió el apoyo de Elon Musk, propietario de la red social X (antigua Twitter) y Edward Snowden, ex agente de inteligencia estadounidense que filtró documentos clasificados sobre programas de vigilancia global y vive exiliado en Rusia desde 2013.
La embajada de Rusia en París acusó a las autoridades francesas de no cooperar con sus funcionarios en este caso. Los Emiratos también solicitaron acceso al expediente. Pero el presidente francés, Emmanuel Macron, que años antes almorzó con Durov, negó que el arresto se debiera a una decisión política.
El 28 de agosto de 2024, Durov fue imputado formalmente y luego fue liberado tras pagar $5,56 millones. Quedó bajo supervisión judicial, no puede salir de Francia y debe presentarse dos veces por semana ante la policía.
La agencia de noticias Reuters indicó que la investigación está a cargo del Centro de Lucha contra la Delincuencia Digital (C3N) y la Oficina Nacional de Lucha contra el Fraude (ONAF), mientras que el juez de instrucción está especializado en crimen organizado.
Comparecencia
Las autoridades francesas consideran que hay pruebas suficientes contra Durov.
Durov sigue presentándose como un luchador por la libertad. Tras el anuncio de Meta de relajar sus medidas de moderación, incluso se autofelicitó de ser pionero. De inmediato recibió el apoyo de Musk en X.
El caso no parece afectar a Telegram: cuenta con 12 millones de suscripciones de pago, obtuvo $1.000 millones en ingresos el año anterior, más de la mitad de su plataforma de anuncios y tiene utilidades.
Tras la captura de Durov en agosto pasado, la app se ubicó como la segunda en descargas en EE. UU., el quinto mercado más grande de Telegram y con al menos 15 millones de usuarios activos mensuales.
Entre los inversionistas, empero, hay dudas por los antecedentes de la plataforma al permitir actividades ilegales. Y por el arresto.
Pavel Durov compareció el 3 de febrero ante un tribunal parisino. La fiscalía calcula que el juicio se realizará por lo menos en 2026.
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