Trok es una aplicación que sirve para conectar a clientes con dueños de vehículos de transporte de carga pesada con el fin de “estandarizar” los precios de los fletes. Es como un Uber, pero de transporte de objetos.
La idea nació con Abraham Ary, un emprendedor costarricense que puso la mirada en este mercado y encontró una necesidad que pronto se convirtió en una oportunidad de negocio.
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Ary se preguntaba: ¿quién establece el precio del servicio? ¿Cuáles elementos se toman en cuenta? ¿Cómo aseguro que los muebles de mi casa llegarán bien al nuevo destino?
Trok le ofrece al cliente conectarse con un conductor, fijar la ruta, indicar sus requerimientos de transporte y estimar el precio por el flete.
El modelo de la economía colaborativa, principio bajo el cual se rige Uber, motivó a este emprendedor a formar su negocio con base en estos principios.
Trok es uno de los negocios que han nacido luego de que la ola de la ‘uberización’ tocara a Costa Rica.
La ‘uberización’ hace referencia a las cada vez más numerosas plataformas de economía colaborativa en las que, gracias a Internet y las nuevas tecnologías, unas personas ponen a disposición de otros particulares, sin necesidad de intermediarios, diversos bienes y servicios.
Uber ya cumplió tres años de operar en territorio nacional y aunque sea legal para unos e ilegal para otros, lo que se puede extraer de esta empresa es que marcó la pauta de una nueva forma de hacer negocios. Cambió el rol de la figura del empleador y motivó a la creación de empresas que se rigen bajo una aplicación tecnológica.
Mandados, entregas de comidas, transporte de carga pesada y hasta plataformas de servicios profesionales son parte de las actividades que se ofrecen bajo el concepto de economía colaborativa.
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Si bien es cierto que el apetito por utilizar servicios innovadores se ha incrementado, la competencia dentro de la economía colaborativa no ha sido sencilla para varios jugadores que murieron en el intento de sumarse a esta ola.
Apps como Apetito24, Qué comemos y Taxible no lograron sobrevivir en el mercado. La respuesta está en que aunque muchos quieren ser como Uber, independientemente de su enfoque de negocio, no todos logran serlo.
El caso es que la ‘uberización’ llegó para transformar no solo a los negocios tradicionales, sino también la forma en la que se trabaja.
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Cambio en las reglas del juego
El modelo implicado en la ‘uberización’ no se trata de innovar productos, sino de innovar el modelo de negocio y de tarifas.
Para Ary, este modelo logra unir la necesidad con la oferta para obtener una mayor eficiencia a un menor costo.
“Trok representa una nueva oportunidad de generación de ingresos para un sector de la población que tiene los equipos necesarios para este tipo de transportes y una nueva alternativa para que los usuarios accedan a un servicio que antes se manejaba de una manera informal y no estructurada".
Generalmente los modelos de negocio que trabajan bajo la ‘uberización’, se inician con diferenciadores tanto para los productores (quienes prestan los activos o servicios) como los compradores, lo cual crea automáticamente una situación ganar-ganar, es decir, es conveniente para todos.
“Con más de 1.300 millones de usuarios en el mundo y más de $28 billones (en ingresos) podríamos decir que hasta cierto punto este modelo se ha convertido en una tendencia, que ha evidenciado que para ciertas industrias y servicios este modelo es más congruente con el modelo de la demanda”, explicó Julio Vargas, director de consultoría de PwC.
En Costa Rica ya se ven claros ejemplos de compañías que operan con un modelo similar al de Uber y cuyos servicios van más allá del transporte de personas.
Go Pato fue una de las firmas costarricenses pioneras en este tema.
Los patos comenzaron a operar la startup con la asesoría de la firma de capital de riesgo, Carao Ventures. Su norte fue ofrecer servicios de entregas a domicilio a través de pedidos que les ingresaban por WhatsApp.
Dejar el perro en el veterinario, hacer las compras en el supermercado, movilizar documentos y hasta la entrega de comida que en sus inicios no era catalogada como “exprés” como es el caso de sushi y alitas, son parte de los trabajos que realizan los patos desde 2015.
Esta firma recibió una inyección de capital por parte de Cuestamoras por lo que ahora sumarán dentro de su oferta la opción de realizar compras bajo el modelo de suscripción y efectuar trabajos tipo ‘concierge’ en residenciales.
En esa misma línea de empresas de entregas y mandados también opera Moovin, una aplicación que funciona en el país desde diciembre del 2017.
La compañía surge como una necesidad del propio fundador, Javier Núñez, quien por motivos de trabajo no disponía de tiempo para realizar tareas simples.
En esta plataforma los clientes pueden solicitar cualquier mandado que requiera comprar, enviar y/o recoger productos.
Mientras que en el área de transporte de carga pesada, además de Trok, también está All Truck, de igual forma, de capital costarricense.
La idea de crear All Truck llegó a la mente de Leonel Feoli hace más de cinco años.
Feoli, quien es empresario de la industria de la construcción y estuvo a cargo del proyecto City Mall Alajuela, enfrentaba frecuentemente la necesidad de transportar de forma ágil y segura escombros y otros materiales necesarios para su trabajo.
AllTruck cotiza en tiempo real el costo del flete de acuerdo con el tamaño del vehículo que se requiera para el transporte.
La aplicación muestra los vehículos disponibles entre ellos motocicletas, pick-ups, camiones medianos, pequeños y grandes.
Recientemente, nació otra plataforma que también asegura haber basado su modelo de operación en Uber.
Se trata de S.O.S. Lucho, una plataforma que adopta el modelo de una comunidad en línea y pone en contacto a trabajadores y profesionales de diversos sectores y actividades, con personas que requieren de sus servicios.
Es una alternativa de autoempleo para las personas que trabajan por servicios profesionales.
“La herramienta es colaborativa, se estructura bajo el modelo laboral tipo Uber de socios colaboradores. Desarrollamos estrategias para generarles trabajos a los Luchos. La comisión que cobramos oscila entre el 11,5% y el 18,4%”, afirmó Mohammed Ávila, CEO de esta herramienta.
En Costa Rica la economía colaborativa apenas está empezando. Con más frecuencia se dan a conocer servicios innovadores, pero todavía se puede aprovechar más de este potencial en un país donde la población tiene gran apetito por este tipo de servicios, según explicó Gilles Maury, líder regional en tecnología, medios y telecomunicaciones de Deloitte.
Para Maury, plataformas de educación, servicios para compartir activos (vehículos, herramientas, viviendas u oficinas), financiamiento colaborativo, comercio directo entre productor y comprador y compras grupales son algunos de los nichos en los que todavía se puede crecer bajo este esquema.
David contra Goliat
A pesar del éxito que ha logrado la economía colaborativa en el país, no todos han logrado sobrevivir al modelo, principalmente los que han querido hacerle la competencia al gran referente de este modelo: Uber.
Las aplicaciones que nacieron con la idea de brindar el servicio de transporte de personas como Easy Taxi, Taxible, Rides 506 y Nova Transporte no lograron tener éxito.
Easy Taxi anunció que dejaría de operar en Costa Rica porque encontraba resisitencia por parte de los taxistas en utilizar la herramienta tecnológica; Taxible desistió del negocio por motivos del poco avance en cuanto a la legislación nacional y mientras que Rides 506 y Nova Transportes, ambas de capital costarricense, simplementae manifestaron que suspenderían sus servicios.
Situación similar ocurrió con la entrega de comidas. UberEats llegó al país y en su paso arrastró a su competencia.
Apetito24 y Que Comemos, dejaron sus operaciones en el país debido a que no lograron superar a UberEats.
“Costa Rica es un país pequeño, lo cual limita la capacidad de escalamiento que garantiza la perennidad de las plataformas, por lo que la innovación local tendrá que buscar extender su territorio, a través de servicios brindados digitalmente, o mediante alianzas con actores de la misma industria en la región”, señaló Maury.
Empleo se viste de informal
Lo cierto es que la economía colaborativa llegó para quedarse, por ende, cada día se vuelve más necesario estudiar este fenómeno y determinar las reglas bajo las que jugarán estos actores.
“En Costa Rica entendemos que existe un buen apetito de los consumidores para estos temas y existe terreno verde para desarrollar plataformas de economías colaborativas. Sin embargo, primero debemos resolver retos básicos como los tributarios, condiciones laborales de los productores y eventualmente hasta temas de equidad social que cuentan en esta ecuación”, manifestó Vargas.
Estas opciones de trabajo, se han convertido para muchos en un salvavidas, ya que Costa Rica actualmente cuenta con una tasa de desempleo del 8,7% (cerca de 205.000 personas buscan trabajo y no encuentran) según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Los datos del Instituto también muestran que el desempleo informal se mantiene. Para el segundo trimestre del 2018, el porcentaje de ocupados con empleo informal fue de 44,7%, que equivale a 965.000 personas.
“La educación y reflexión de los actores locales es indispensable para acompañar a la economía en general hacia modelos de negocio horizontales y flexibles, so pena de generar fuerzas de resistencia improductivas y duraderas. Es de desear que estos temas lleguen a las agendas de los tomadores de decisión del país a muy corto plazo en todos los sectores, como ya está ocurriendo en países más avanzados que lidian con los mismos fenómenos”, dijo Maury.
A tres años de la llegada de Uber, se evidencia que los negocios tradicionales no estaban preparados para el efecto de la ‘uberización’; de hecho muchas empresas apenas están dando sus primeros pasos en el mundo digital en cuanto al contacto directo con el comprador.
Tomar el modelo de Uber implica repensar las estrategias, replantear la arquitectura de la empresa, establecer nuevos modelos de gestión, y hasta cambiar la cultura organizacional.
Ejecutar toda esta transformación al unísono, sin dejar de competir, sin perder negocio es una tarea titánica especialmente en empresas donde por años han trabajado de la misma manera.