El pasado viernes 10 de setiembre el Banco Central de Costa Rica (BCCR), liberó los resultados del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), los cuales indican que a julio de 2021 la economía costarricense sigue recuperándose. No obstante algunos sectores muestran un mayor dinamismo a casi dos años del golpe de la pandemia de COVID-19 en el mundo.
En julio de 2021, la tendencia ciclo del IMAE creció 10,0% con respecto al mismo mes del año previo (-7,2%), con un repunte de 17,2 puntos porcentuales (p.p.), liderado principalmente por las actividades en regímenes especiales.
El IMAE es un indicador que permite ver la evolución de la actividad económica a corto plazo. Tiene un valor de 100 en el 2017 y a partir de ahí se miden las variaciones en la cantidad producida.
La demanda de productos manufacturados en Costa Rica y los servicios de comunicación e información tuvieron una recuperación en ‘V’. Es decir, pese a que se vieron impactados por la COVID-19 pudieron rebotar rápidamente, de manera que actualmente la producción superó el nivel prepandemia.
Por ejemplo, en el caso de la actividad manufacturera, la cual es liderada por las empresas de regímenes especiales (multinacionales), se recuperó hasta en un 18% en su variación interanual para el mes de julio.
Lo mismo sucede con las comunicaciones las cuales pese a que no tuvieron una contracción significativa, la actividad logró mantenerse estable durante la pandemia y las cifras de mayo, junio y julio muestran que poco a poco va retomando ritmo.
Esto responde a la demanda de estos servicios por parte de las empresas transnacionales. La actividad del régimen especial, el cual tiene cerca de 358 productores, se recuperó rápidamente y en los últimos meses presenta un fuerte dinamismo.
En el comentario de la economía nacional de agosto 2021 del Banco Central, la entidad explica que en este gran dinamismo de las empresas en zonas francas influye la manufactura de implementos médicos y concentrados para bebidas gaseosas.
Lo que implica que estas actividades crecen a un ritmo más acelerado debido a su dinamismo a nivel internacional que repercute en una mayor demanda a nivel nacional.
De las 15 actividades económicas que mide el BCCR, nueve ya muestran sus cifras de manera positiva debido a la rápida recuperación del sector.
No obstante en el caso de las actividades de alojamiento y servicio de comida y construcción la recuperación muestra un escenario más pausado pero esperanzador al largo plazo.
Por ejemplo, el transporte y almacenamiento, tuvo un incremento interanual de 46,3% por la mayor demanda de servicios de apoyo al transporte, y de servicios de transporte de pasajeros y carga vía terrestre. Este comportamiento permite evidenciar lo que el BCCR describe como “un fuerte efecto base o rebote”.
Para los servicios de profesionales y administrativos contribuyó el aumento en los servicios de agencias de viajes, operadores turísticos y de alquiler de vehículos dado el mayor ingreso de turistas.
Pese a que no todas las actividades han recuperado su actividad a niveles de prepandemia, de acuerdo al IMAE se puede evidenciar una mejora en todos los servicios de manera que conforme se reactiva la economía.