Carlos Wong Zúñiga es algo así como uno de los padres del régimen de zonas francas de Costa Rica. Aunque su formación original es como economista y empezó trabajando como profesor de economía e investigador en la Universidad de Costa Rica (UCR), la mayor parte de su vida ha estado ligado a ese sector empresarial.
En 1980, en medio de la crisis económica que sufría Costa Rica, Wong buscó nuevas oportunidades y se unió a la Corporación de Zonas Francas, la primera incursión en este campo cuando apenas estaba arrancando el régimen privado.
Posteriormente laboró en la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) en atracción de inversiones y promoción comercial; también fue agregado en embajadas, principalmente en Asia.
Tras su regreso a Costa Rica se involucró con grupos privados para desarrollar zonas francas. La primera de ellas fue Zona Franca Metropolitana, hoy Metropark, en Heredia. A esta le siguió Global Park, en la misma provincia. La instalación de estos centros empresariales propició la transformación de Heredia, con un consecuente boom comercial e inmobiliario.
También participó en la constitución de Zona Franca del Este, en Calle Blancos, y hace 16 años fue parte del grupo que inició el proyecto más ambicioso de todos: la Zona Franca Coyol.
“Cuando iniciamos Coyol todos nos decían que íbamos al campo. La fibra óptica llegaba hasta la Dos Pinos, no existía la radial entre la ruta 27 y la 1 y para entrar era un camino de lastre. Esto era una finca de caña”, rememora Wong.
Coyol abrió sus puertas con un primer cliente: Hologic, que se mantuvo como el único huésped por los primeros dos años. Esa antigua finca de caña de 200 empleados pasó a ser una zona franca premiada varias veces como la mejor de América Latina, que donde trabajan 22.000 personas y aporta el 3% del producto interno bruto (PIB) nacional.
Nuevos horizontes
A raíz de la experiencia acumulada en Coyol y los demás parques empresariales, Wong y su equipo dieron otro paso: la constitución de una empresa que se encargue de desarrollar zonas francas, más allá de la construcción y la operación, sino como un conjunto integral de servicios.
Así nació Code Development Group en 2020, empresa en la que Wong funge como director ejecutivo.
“Code lo desarrollamos porque, con el crecimiento de Coyol, empezamos a buscar una forma de aprovechar el conocimiento que teníamos y lanzarlo hacia otras zonas francas”, asegura Wong.
Code funciona hoy como una empresa independiente que brinda el servicio de operación en Coyol. Su labor consiste en encontrar propiedades, rastrear oportunidades comerciales y detectar nuevos nichos de negocio.
Cuando surgieron los incentivos para llevar zonas francas fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM), Code puso su mirada en nuevos horizontes, específicamente en la región de Occidente como una promesa del desarrollo empresarial, comercial e inmobiliario.
Así surgió la idea de Evolution Free Zone, en Grecia. La intención de construir este complejo se concretó luego de un proceso de tres años. Para encontrar la finca debieron recorrer la región y valorar la capacidad de Occidente para absorber un proyecto de esa envergadura. Luego siguieron los permisos y la búsqueda de capital.
Evolution, que empezó a construirse en marzo de este año, es la primera gran prueba para Code Development Group, pues la empresa debuta como desarrolladora de una zona franca con el ingrediente adicional de que se ubica fuera de la GAM.
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Lo que significó el 2023
El arranque de Evolution consiste en el movimiento de tierras y la edificación de las primeras naves industriales. También se está construyendo el acceso y un viaducto de dos carriles por sentido sobre la ruta Interamericana que permitirá el paso fluido de los automóviles. Estas últimas dos obras deben concluirse en diciembre.
La inversión inicial en Evolution alcanza los $50 millones. A diferencia de Coyol, Evolution abrirá con, al menos, cuatro empresas que ya se han dado a conocer: Intricon, Okay Industries, Johnson & Johnson MedTech e Inari Medical, todas de dispositivos médicos, la industria reina actualmente en Costa Rica que es responsable del 40% de las exportaciones del país.
“El arranque de Evolution es un gran hito del 2023″.
— Carlos Wong, director ejecutivo de Code Development Group.
El primer hito de este año para Code fue dejar de ser solo el operador de Coyol y pasar a ser desarrollador de Evolution, que tiene más retos que Coyol.
El terreno escogido en Grecia es una zona agrícola que requirió mejorar accesos, así como optimizar la infraestructura de servicios básicos. Una similitud entre ambas propiedades es que estaban dedicadas a la producción de caña antes de ser zonas francas.
“Me recuerda muchísimo los retos con los que arrancamos Coyol. Es una finca de caña, igual que lo fue Coyol, pero las condiciones topográficas son muy diferentes”, afirma el empresario premiado este año por EF.
La topografía es clave para el asentamiento de compañías en zonas francas. Las empresas necesitan plantas planas, lo que implica realizar movimientos de tierra ingentes, pues encontrar terrenos de miles de metros cuadrados planos no es tan fácil y menos en zonas rurales.
Code quiere plantear a Evolution como un ejemplo para otros desarrollos futuros fuera de la GAM. Estos proyectos en zonas rurales o periféricas requieren mayor inversión inicial para poder dotar de la infraestructura necesaria, así como entrenar el talento de la zona circundante.
Este aspecto es vital para la sostenibilidad a largo plazo de un proyecto como una zona franca. Wong fue claro al mencionar que se debe estudiar el entorno para atraer empresas que puedan empatar con las características y oferta de la zona.
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Evolution es una de las cuatro zonas francas que en este momento se construyen en Grecia. La inversión de las empresas, la creación de empleo y los efectos posteriores como un crecimiento comercial y de construcción residencial colocan a Occidente como un prometedor foco de desarrollo.
Pero en Coyol también pasaron cosas importantes en 2023. Esta zona franca se acerca al punto de máximo desarrollo, pues solo quedan cerca de 100.000 metros cuadrados (m²) disponibles, pero parte de estos ya están comprometidos para futuras expansiones de empresas instaladas allí.
De hecho, Coyol fue testigo este año de unas siete expansiones de operaciones, como las de Microvention y Thermo Fisher. Además, recibió a varios inquilinos nuevos, como River Point y Roche han ingresado, algunas en lo que representa primera operación fuera de Estados Unidos.
Estos acontecimientos dieron mérito para el reconocimiento de este año como Empresario del Año a Carlos Wong. Para el economista, recibir un premio como el de El Financiero significa una noticia alentadora. “Uno no llega aquí si no es con el apoyo del equipo de trabajo y de la familia. Agradezco mucho la nominación”, expresó.
El hoy y el futuro
Wong califica la situación actual del negocio como “boyante” y “dinámica”. Coyol ha logrado un nivel de madurez mientras Evolution está cerca de abrir sus puertas con varias empresas instaladas.
El empresario ve, además, nuevas oportunidades para el país en negocios distintos, menos tradicionales, tales como semiconductores, industria aeroespacial, data centers y manufactura de alta tecnología. Por ello confía en que Code pueda desarrollar nuevos proyectos aprovechando estas ventanas comerciales.
“Costa Rica es el socio estratégico de EE. UU. en nearshoring que tiene las mejores condiciones”.
— Carlos Wong, director ejecutivo de Code Development Group.
El camino de Code apenas comienza. En el caso de Coyol, se espera que en unos cinco años llegará a la capacidad máxima. Si bien hay terrenos cercanos para continuar creciendo, Code está evaluando con las empresas cómo sienten la situación actual de la zona franca para decidir si apuestan por el crecimiento o emprenden la búsqueda de oportunidades en otros sitios.
Por su parte, al ritmo que va, se espera que Evolution alcance el tamaño de Coyol más rápidamente.
Mientras tanto, Code sigue evaluando nuevas oportunidades a cuatro o cinco años plazo, guiado por tres elementos: disponibilidad de terrenos, oportunidad de mercado e incentivos.
“Pareciera que hay un interés para que se hagan más cosas fuera de la GAM”, vislumbra Wong.