La oferta de espacios para trabajo compartido, o coworks, crece gracias a dos fenómenos: la especialización de empresas constructoras y la llegada de cadenas internacionales.
Debido a la dispersión de datos y la rápida evolución de este mercado, Costa Rica carece de registros para dar una cifra total de negocios. Sin embargo, investigaciones realizadas por Cushman & Wakefield | AB Advisory permiten identificar al menos 30 espacios operativos de coworking, principalmente en la Gran Área Metropolitana (GAM).
En su reporte de tendencias para 2018, esta empresa consultora había proyectado un crecimiento en este sector, y para el 2019 también se espera que continúe el desarrollo.
José Ignacio González, analista de Investigación de Mercados y Consultoría de Cushman & Wakefield | AB Advisory, explicó que este crecimiento es parte de un fenómeno global, impulsado por la necesidad de implementar modelos de trabajo que estimulen la atracción y la retención del talento.
En esa tendencia se mezclan las necesidades de los emprendedores con las de empresas interesadas en la creación de una cultura interna de colaboración, emprendimiento y flexibilidad. Estos se suelen llamar “espacios de innovación” y los desarrolladores los incorporan en sus propuestas de nuevas oficinas para compañías con esas características.
Los espacios de coworking son atractivos para startups y trabajadores independientes, aunque también son utilizados por empresas que procuran condiciones particulares para aplicar teletrabajo.
Según Cushman, algunas empresas también han visto en las dinámicas de ese espacio una tierra fértil para creación de nuevas ideas y también para la identificación de disruptores de las industrias.
Lugares de trabajo
Uno de los casos de inversión reciente es Selina, cadena que mezcla hospedaje y espacios de trabajo, y que se instaló en el país con un plan de inversiones agresivo. Por ejemplo, cada uno de los dos locales que están por abrir (Monteverde y Nosara) costó $1 millón.
“Lo que nos diferencia es que normalmente los coworks se encuentran en las ciudades más grandes. Selina quiere romper con eso y no solo es un espacio para viajeros sino para la comunidad que ya conoce nuestra marca y eligen conocer al país a través de ella”, explicó Lizzy Contreras, encargada de comunicación de Selina Costa Rica.
En los últimos meses ingresó al país la marca Workings, con un local de 800 metros cuadrados (m²) en Plaza Tempo y una inversión superior a los $500.000.
María José Cordero, brand manager country de Workings, explicó que el mercado costarricense resultó interesante para la marca, que ya operaba en Panamá. Inicialmente desarrollarán la capacidad de su local actual y en el mediano plazo esperan ampliar la oferta a otras áreas de la GAM.
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En diciembre de 2018 también se conoció que la cadena Republic cuenta con un segundo local en Santa Ana Town Center. El primero está en Sigma Business Center, en San Pedro.
Antonio Martínez, vocero de Republic, afirmó que esta marca brinda un servicio más ejecutivo y comunitario.
“Ofrecemos espacios de trabajo en inmuebles clase A, con todos los servicios de última tecnología. También entendemos a cada uno de nuestros clientes, los conocemos y ajustamos nuestras ofertas a sus necesidades”, explicó.
Esta empresa tiene entre sus clientes a otras firmas interesadas en que sus empleados recorran distancias menores para llegar a sus trabajos o cuenten con lugares alternativos para teletrabajar. La inversión en Santa Ana será de $200.000 en la primera etapa.
La versatilidad del concepto de cowork ha permitido el desarrollo en el país de ofertas híbridas, como la de WorkHub, que opera dos locales, en los restaurantes IL Panino (Escazú) y Siamo (Santa Ana).
“No somos un espacio de oficina como el que la mayoría de la gente piensa. WorkHub Costa Rica, ofrece espacios de trabajo principalmente ubicados dentro de restaurantes que estén en capacidad de ofrecer facilidades para que las personas puedan trabajar de forma eficiente y placentera. Adicionalmente, WorkHub ofrece una serie de servicios y valores agregados que facilitan y mejoran la calidad de vida de los usuarios”, comentó Felipe Seidner, director de Grupo Filippo, al cual pertenece WorkHub.
También se han consolidado propuestas de locales únicos, como Creasala, The Train y Gracias, con ofertas diferenciadas y que mantienen su lugar en el mercado aún en las condiciones actuales de crecimiento de la competencia. Los dos últimos tienen planes de expansión.
Marta Orias, una de las propietarias de Creasala, explicó que ofrecen espacios para reuniones y para talleres, con el servicio de la cafetería.
“Ideamos Creasala para que fuera un espacio integral. Para ser productivo hay que ser feliz, fue nuestra premisa para diseñar el espacio. Para nosotros, no se trata solo de un escritorio y una silla con Internet para trabajar. La luz, el ambiente y la distribución del espacio fueron un tema al elegir el punto donde íbamos a abrir y cómo íbamos armando el espacio. Además, una cafetería con alimentos ricos y balanceados era indispensable en el concepto y de ahí surgió Chavala Deli. Nuestros paquetes diarios y mensuales del coworking incluyen alimentación que los complementa”, relató.
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Juan Sebastián Marín, gerente general de The Train, definió la oferta como un serviced office.
“Ofrecemos espacios completamente equipados y nos concentramos en tener cada detalle bajo control, buscando satisfacer necesidades corporativas. En The Train (un usuario) podrá relacionarse con personas profesionales y emprendedoras en un ambiente de colaboración y fraternidad”, afirmó.
Esta oferta tiene un 20% de clientes coworkers, un 50% son empresas y un 30% emprendedores. Para el año 2019 abrirán una nueva sede y están trabajando el concepto de una tercera en 2020.
Federico G. Halsband, de Gracias, explicó que su ubicación en Escalante les ha permitido casi una especialización en tres sectores: café, comunicación y emprendimiento social.
“Nos hemos convertido en un hub para compradores internacionales de café y caficultores de zonas rurales que necesitan una oficina en San José, además de tostadores, baristas y exportadores; ya que contamos con un laboratorio de café para catar microlotes de las diversas regiones del país. En la misma casa contamos con una agencia de publicidad, estudio de producción audiovisual, diseño gráfico, impresión digital, galería de fotos, tecnología, entre otros servicios de apoyo para generar encadenamientos con emprendedores y pymes de comunicación. Y se realizan constantemente talleres para trabajadores sociales, ONG y emprendedores con propósito”, explicó.
A finales del próximo año planean abrir una nueva sede en el oeste.
¿Cómo es el sector?
En Costa Rica existen varios tipos de proveedores de espacios flexibles: desde los grandes desarrolladores inmobiliarios hasta empresas dedicadas exclusivamente a crear y administrar sitios de coworking. El principal aporte de las desarrolladoras que introducen estos espacios en sus propiedades es facilitar el inicio de operación de las empresas, ajustar la oferta disponible a las necesidades del mercado, así como enriquecer el valor agregado de sus proyectos.
Además, existen dueños de espacios más pequeños, ubicados en la Gran Área Metropolitana, así como en zonas turísticas muy pobladas, cuyo público objetivo está compuesto tanto por extranjeros como por nacionales independientes o con modelos de trabajo flexibles. Existen también algunas organizaciones dedicadas a combinar las oficinas flexibles con diversos esquemas de incubación de negocios.
Fuente: Cushman & Wakefield | AB Advisory