Así como la conyuntura de pandemia impulsó varias categorías de productos de higiene al crecimiento sostenido, como las toallas de papel o las toallitas húmedas, el fenómeno también dio golpes fuertes al consumo de otros productos, como los pañales.
La tendencia la confirmó Juan Felipe Isaza, nuevo vicepresidente para Latinoamérica Norte de Kimberly-Clark, quien asumió su puesto en abril 2021 y se instalará en las oficinas regionales, con sede en Costa Rica, en julio próximo.
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La información de Isaza se refleja en los estudios de mercado del sector. La firma Kantar división Worldpanel registró solo en Costa Rica una contracción interanual en la categoría de pañales de 12% en volumen y 19% en valor, al comparar los resultados totales de 2019 y 2020. (Vea: Contracción)
De acuerdo con el alto ejecutivo, otra línea de productos afectada por los cambios en el consumo es la de protectores diarios, de la línea de cuidado femenino. Ambas familias de productos salen de la planta de manufactura de la compañía en Coris, Cartago, a los mercados locales y de la región.
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¿Qué pasó?
El análisis de Kimberly-Clark concluyó que la presencia extendida de cuidadores primarios en casa, en especial las mamás, provocó dos conductas modificadoras del consumo:
-La aceleración en la edad de salida de la categoría.
-La reducción en la frecuencia de cambio del pañal.
Isaza explicó que desde marzo 2020 en las familias se dedica más tiempo para enseñarle a las personas menores a dejar el pañal, y en paralelo, la vigilancia constante extiende el uso de cada pañal: en palabras de Isaza, la frecuencia de cambio se reduce “dramáticamente” y puede pasar de cuatro a dos pañales diarios, una reducción del 50%.
Lo mismo sucedió en la categoría de protección femenina, principalmente con los protectores diarios. “Si las mujeres no estaban saliendo fuera de su hogar, no había la necesidad evidente o latente de estar haciendo el uso”, reconoció Isaza.
Ante el pico inicial de demanda de papel higiénico, la compañía utilizó los cambios en el consumo para hacer ajustes operativos y destinar más recursos al papel.
“Pero al final, en nuestro plan estratégico la innovación en estas líneas se mantiene, porque estamos apostando a que poco a poco se van a ir normalizando. El tema de darle valor agregado al consumidor siempre va a ser importante y estos productos en los que han disminuido las ventas, seguramente cuando se normalice y se balancee todo, algunos van a tomar protagonismo, otros se van a mantener donde están. Esto es parte de las dinámicas de los mercados”, puntualizó Isaza.
El vicepresidente relató que durante el último trimestre del año pasado e inicios de este año, Kimberly-Clark siguió su plan de inversiones, que destinó unos $42 millones a la renovación tecnológica de la planta de manufactura en Coris, Cartago.
“Hemos venido haciendo las reconversiones en la planta que tenemos en Coris, de todas las líneas de producción de pañales. Estamos próximos a lanzar una innovación espectacular que próximamente vamos a dar a conocer. Hicimos también las adecuaciones en las líneas de producción femenina, lo cual es una muy buena noticia, y estamos en este momento haciendo unas inversiones en El Salvador, en nuestra planta de papel higiénico y papeles en general, adecuando y expandiendo”, aseguró Isaza.