Las pequeñas empresas pueden observar y ajustar los modelos que están probando las grandes marcas en diferentes mercados, para encontrar soluciones a los cambios de hábitos de compra de los consumidores que están ocurriendo a nivel global.
La reconocida cadena Ikea, enfocada en muebles y artículos para el hogar, inaugurará en la segunda mitad de este mes de febrero su primera tienda de formato pequeño en el Reino Unido. Además del formato, el punto de venta se ubica fuera del centro de la ciudad.
Se trata de una tienda que, para los estándares de Ikea, es pequeña: dos plantas, 4.600 metros cuadrados, 4.000 productos y ubicada en un centro comercial de la periferia.
Del total de productos, los compradores tendrán disponibles unos 1.800 para llevar y los demás se pueden pedir en línea ahí mismo, en equipos disponibles o desde los dispositivos de los clientes, para llevar o para entrega a domicilio. Un cambio es que no se mostrarán de forma tradicional.
Los productos se ubicarán según los diseños de las habitaciones que Ikea mostrará a sus visitantes, una especie de vitrina de cómo podrá verse la vivienda o los cuartos de los consumidores para inspirarlos a comprar.
“Este nuevo formato de tienda marca el siguiente paso en nuestra transformación comercial”, dijo Peter Jelkeby, gerente de Ikea en Reino Unido e Irlanda.
¿Es algo cómo lo que las tiendas Ekono han impulsado a nivel local desde antes de la pandemia? De hecho, la cadena implementó la posibilidad de la compra en línea, especialmente si el cliente no encuentra el producto en la tienda que visita y está disponible en otro punto de venta.
¿Por qué lo hacen así? En Ikea dicen que el nuevo formato responde a los cambios en los hábitos de los consumidores, que incluyen el uso de canales digitales tanto desde sus hogares u otros sitios como desde las mismas tiendas físicas de las empresas.
Un reporte de la unidad de inteligencia de la firma Nielsen, dedicada a estudios de mercado de consumo, indica que durante estos dos años los consumidores han redefinido su mentalidad, como reacción a los problemas causados por la pandemia del COVID-19, en la cadena de suministro, el empleo y las restricciones presupuestarias debido a la inflación.
¿Cuáles son esos cambios?
—Los consumidores priorizan lo que les importa: el bienestar, la salud, la familia y las amistades, y el ambiente. La encuesta en línea NielsenIQ 2022 Consumer Outlook revela que el 74 % de los encuestados globales creen que sus prioridades y los hábitos de compra resultantes se fueron afectados en cierta medida por el COVID-19 y el 30% siente que tiene un conjunto de prioridades totalmente diferente al que tenía en 2019.
—Los consumidores buscan experiencias de compra y productos que satisfagan sus nuevas necesidades, por lo que están dispuestos a mostrar su disposición a pagar y buscar productos que demuestren abordar sus necesidades y prioridades. Los minoristas y fabricantes que quieran tener éxito en el futuro tendrán que mantenerse al día. Al crear una tienda que es más una sala de exhibición o prueba, como las casas modelos en proyectos residenciales, el cliente puede experimentar cuál puede ser el diseño de su habitación en el caso del nuevo formato de tienda de Ikea.
—La seguridad y la cercanía de las tiendas van de la mano. Al ubicar la tienda cerca del lugar de residencia de los consumidores se les evita sus traslados y disminuyen los riesgos sanitarios. Además, las tiendas se ubican cerca de donde ahora están pasando más tiempo los compradores: en sus hogares, por el teletrabajo.
—Para muchos consumidores, las intenciones de gasto se centran en dos factores principales: el consumo en el hogar y lidiar con billeteras limitadas, que se ven afectadas por el aumento de precios de las mercaderías. Los consumidores, además, están gestionando sus presupuestos con más cuidado al tener menos costos por desplazamiento y menos salidas con los colegas de la oficina o el trabajo.
—Durante los próximos 12 meses, la gente espera gastar más en comestibles, servicios públicos y artículos básicos para el hogar, mientras que muchos indican que gastarán menos en artículos discrecionales y ocasiones fuera del hogar”, observa Nicole Corbett, directora de liderazgo de pensamiento global de NielsenIQ.
—Está claro que la mentalidad predominante es centrarse cada vez más en el hogar. Según lo que nos dicen los consumidores, podríamos esperar que las personas redirijan el dinero que normalmente habrían gastado fuera de casa (en áreas como eventos, restaurantes, entretenimiento y vacaciones) para inversiones en sus hogares.}
—Factores como la salud mental, la salud física, la seguridad financiera, la planificación para circunstancias imprevistas, la sostenibilidad, el apoyo a la comunidad local y el cuidado de los grupos vulnerables están en la parte superior de la lista.
—La capacidad de identificar prioridades cambiantes es solo una parte de la ecuación. Los fabricantes y minoristas deben asegurarse de tener en cuenta las circunstancias cambiantes de los consumidores, centrarse en los beneficios específicos del producto y ofrecer artículos que puedan pagar.
—Un componente importante de esa capacidad es tener la mentalidad ágil será rastrear y anticipar las perspectivas cambiantes de los consumidores a través del cambio constante. Los comercios minoristas y las marcas que consideren diferentes trayectorias y escenarios de recuperación estarán mejor posicionados para abordar las prioridades cambiantes de los consumidores, los estados de cautela y las billeteras cada vez más limitadas.
En fin, las empresas deben asegurarse de que sus ofertas puedan transformarse y resonar con la forma en que el mercado continuará evolucionando.