Por varios años, Leticia Corea Garbanzo se dedicó de lleno a cuidar a sus padres.
Su mamá fue diagnosticada con cáncer de hígado, por lo que tomó la decisión de cuidarla hasta que falleció hace alrededor de 18 años.
Su padre también sufrió quebrantos en su salud, específicamente derrames cerebrales, por lo que también velaba por él.
Con el fin de dedicarse a su familia, Leticia trabajaba en su casa: hacía manualidades como lazos, diademas y vinchas y las vendía.
Además, comercializaba diferentes productos, dentro de ellos perfumes y ropa.
Como debía adquirir medicamentos, pañales y llevar a sus padres a consultas médicas privadas (cuando se podía), sus ingresos iban directamente a cubrir esos gastos.
“Yo ya no tenía plata. Todo lo que tenía lo consumió la enfermedad de mi mamá y la de mi papá, él tuvo derrames a raíz de la ausencia de mi mamá... Se me complicó más”, recuerda.
Leticia cuenta que gastó “hasta lo que no tenía que gastar” y que “la lucha fue muy dura”.
Tras el fallecimiento de su padre en agosto del 2008, Leticia se halló en la “ruina” y debió tomar la decisión de emprender en algún negocio, pues no estaba generando suficiente dinero.
En el 2010, se matriculó en un curso de plan de negocios en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
Aunque tenía conocimientos en temas comerciales, Leticia quería establecer algo más formal.
Como había llevado un curso de chocolatería y le encantaban las manualidades, le pareció bien crear una empresa en la que mezclara ambas destrezas.
Buscó apoyo financiero y capacitación en el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) y creó su empresa Dame Chocolate.
Con el apoyo de una máquina especial (fuente de chocolate) comenzó vendiendo fresas con chocolate, pinchos de frutas con chocolate, bombones, helados y otra repostería.
Leticia hoy ofrece estos alimentos para eventos, especialmente fiestas, actividades empresariales y de iglesias.
También instauró una cafetería en Barrio Cuba, en la que las personas pueden adquirir café (con chocolate) y todo tipo de repostería y postres con chocolate para llevar.
Quienes más frecuentan su empresa son jóvenes y niños.
Luego de haber iniciado sola, hoy cuenta con el apoyo de su hermana Esther Corea.
Siempre busca modernizarse y ofrecer nuevas opciones, por lo que con el financiamiento que le otorgan ha adquirido equipo para ofrecer algodones de azúcar, granizados y hasta palomitas.
A pesar de que su negocio le ha ayudado a crecer como emprendedora, “no ha sido fácil”, sino que ha requerido de mucho sacrificio, pues “hay épocas muy duras”.
Los días lluviosos y fríos golpean a su negocio, pues la gente evita comer postres fríos y helados, mencionó.
Cuando se presentan crisis económicas en las familias, las ventas merman.
Por más frío o lluvioso que esté el día, siempre se presenta a trabajar, ya que sabe que pronto volverá el sol.
Leticia tiene varios planes para su empresa, dentro de ellos enfocarse aún más en la preparación de postres fríos y participar más en eventos.
Contacto:
Si desea contactar a esta emprendedora, puede llamarla al 7034-0829.