El administrador en recursos humanos Giovanni Guido creció rodeado del ambiente de la ciudad en San José y también de la naturaleza presente en la finca de su familia en Quepos, Puntarenas.
En este último lugar jugaba entre los potreros, andaba a caballo y disfrutaba de la frescura de las pozas y de los ríos.
Además, visitaba playa Uvita en el Parque Nacional Marino Ballena y allí paseaba en bote, lo que le permitía contemplar el paisaje y relajarse.
Ya más grande, desarrolló un interés por la “pesca recreativa con conciencia” y, junto a sus amigos, empezó a recorrer el país y fue descubriendo lugares de gran belleza.
Las caminatas y excursiones también forman parte de sus actividades preferidas.
Su pasión por los viajes dentro de Costa Rica lo motivó a participar en diferentes proyectos turísticos.
En enero de este año decidió escalar un peldaño extra y creó su propio emprendimiento, denominado Turisteando Costa Rica.
Como su nombre lo dice, se dedica a ofrecer viajes por distintas partes del territorio nacional, especialmente en zonas rurales.
Su valor agregado consiste en que los participantes pueden realizar trabajos de voluntariado y de conservación, según el sitio al que vayan, y así contribuir con las comunidades.
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Por ejemplo, pueden trabajar en la limpieza de playas, pintar escuelas o determinadas estructuras y mejorar los senderos.
Además, según Giovanni, se enfocan en que las personas conozcan detalles del lugar y que disfruten su esencia.
El negocio lo fundó junto a su novia, la ingeniera industrial Meylin León, quien, al igual que él, es amante de los viajes.
“Nunca he conocido a alguien que haya viajado tanto en la vida, por todo el mundo, por todo Costa Rica. Le encantan las caminatas, la naturaleza y creo que ambas personalidades se fusionaron para crear la empresa”, comentó Giovanni sobre Meylin.
Ella es quien escoge las áreas que visitarán, con base en el bagaje que ha ido acumulando.
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La pyme arrancó con un tour al refugio Barú, en Dominical, en el que se pueden conocer a las tortugas lora.
Otros destinos a los que se dirigen son Monteverde, Capilla Olán (en Buenos Aires de Puntarenas), Centro Biológico Las Quebradas (en Pérez Zeledón), Parque Marino Ballena, Barra del Colorado, Matapalo (en Quepos), Isla Jesusita (Puntarenas), cataratas en Turrialba, y río Celeste, entre otros.
El costo de los viajes oscila entre ¢21.000 (para paseos de un día) hasta ¢79.000 (en viajes de dos días, lo que incluye transporte, alimentación y hospedaje y cuyo precio varía de acuerdo con el lugar al que se vaya).
Giovanni y Meylin están trabajando en ofrecer más opciones para quienes deseen explorar esos rincones desconocidos del país que albergan riquezas naturales y de carácter cultural.