El servicio de entregas de comidas Eats On cerró operaciones el 30 de setiembre debido a la agresiva competencia que existe en este nicho.
Los costos de operación y problemas con contracargos por fraudes con tarjetas de los clientes, hicieron que este negocio tuviera que dejar el mercado costarricense.
Eats On se caracterizaba por realizar entregas de comida solo con bicicletas para contribuir con el medio ambiente.
“Para nadie es un secreto que este mercado del delivery de comidas se ha saturado y tiene empresas gigantes peleándose porciones de mercado, para esto utilizan estrategias muy agresivas que incluso están muy por debajo de los costos de operación”, afirmó Danny Ramírez, fundador de Eats On.
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Empresas transnacionales como UberEats y Glovo se han posicionado en este segmento y toman cada vez más popularidad entre los clientes.
Además de la agresiva competencia, Ramírez manifestó que “hemos sufrido en los últimos meses el problema de los contracargos; un problema enorme donde mafias poseen la información de tarjetas, y realizan compras que después terminan en contracargos que son imposibles de impugnar debido a lo obsoleto de nuestro sistema financiero".
Con el cierre de Eats On, su fundador dijo que mirarán otros horizontes basados en la economía colaborativa con el fin de aprovechar la tecnología que desarrollaron.
“Después de un largo análisis de lo que está pasando con la economía colaborativa y de las virtudes que tiene nuestra tecnología, hemos pensado en apuntar a otro tipo de industrias. Analizamos en estos momentos varias posibilidades que por acuerdos de confidencialidad no puedo revelar, pero que estoy seguro representan el siguiente nivel en lo que respecta a la movilidad colaborativa y el uso de tecnologías de información”, acotó Ramírez.
Eats On operaba en San Pedro, Moravia, Tibás, San José centro, La Sabana, Escazú, Pinares, Curridabat y Santa Ana.
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Tres caídas
La competencia entre aplicaciones de entregas de comida calentó con la llegada de UberEats a Costa Rica en diciembre pasado.
Por el momento UberEats está disponible en San José, Heredia y Cartago, pero el objetivo de este gigante es llegar a cubrir toda la Gran Área Metropolitana (GAM), por lo que esperan que su crecimiento sea aún mayor.
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El ADN de estas plataformas consiste en que gracias a una aplicación el usuario puede pedir la comida, al tiempo que tiene de primera mano toda la información de los platillos y sus precios; con el valor agregado de poder monitorear la ruta (ya sea que está en preparación o la ruta en la que va el repartidor).
Estos servicios llegaron para cambiar las reglas tradicionales de las entregas a domicilio. Los precios son cada vez más competitivos para los clientes, y por el otro lado, otras personas encuentran una fuente de empleo flexible y que opera bajo el sistema de economía colaborativa.
Sin embargo, su éxito no está garantizado, Eats On se suma a las empresas que han caído.
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En junio de este año la aplicación Qué Comemos anunció su cierre y lo mismo sucedió en abril con Apetito24.
Ahora los jugadores que quedan en pie son UberEats y Glovo, ambas de capital extranjero; y la nacional, Go Pato.
La diferencia es que tanto Glovo como Go Pato ofrecen más servicios además de la entrega de comidas. Ellos también ofrecen compras y mandados.